viernes, 27 de noviembre de 2015

Oda V de Horacio (Laura)

¿Qué amable joven, bañado en perfumes y esencias,
te abraza, Pirra, entre abundantes rosas, en tu agradable gruta?
¿para quién compones tus rubios cabellos,
sencilla, pero con elegancia?
Ay, cuántas veces llorará tu infidelidad y la de los veleidosos dioses
y, desconsolado, contemplará atónito
las aguas embravecidas por aciagos vientos
el que, ignorante de las falaces brisas,
te goza ahora confiando en tu virtud ;
el que te cree para siempresuya, siempre amable!
¡Infeliesaquellos que quienes, por no conocerte deslumbras!
En cuanto a mí, el sagrado muro, con un cuadro votivo,
atestigua que ya consagré mis húmedas  vestiduras
al poderoso dios del mar.

Es una oda dedicada a Pirra, de quien el poeta había estado enamorado. Se lamenta de la infidelidad de Pirra. Horacio compara un naufragio con su amor perdido. Además en los ultimos versos, hay una tradición en la que los que sobrevivían a un naufragio, llevan ofrendas al templo de Neptuno como agradecimiento, el poeta, refiriéndose a esta tradición, dice que ya ha entregado su ofrenda a Neptuno por haberle por haberse recuperado de su ruptura con Pirra.

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