jueves, 2 de junio de 2016

Los muertos (Los Dublineses, James Joyce)

—Dime, Lily —dijo en tono amistoso—, ¿vas todavía
a la escuela?
—Oh, no, señor —respondió ella—, ya no más y nunca.
—Ah, pues entonces —dijo Gabriel, jovial—, supongo
que un día de estos asistiremos a esa boda con tu novio,
¿no?
La muchacha lo miró esquinada y dijo con honda
amargura:
—Los hombres de ahora no son más que labia y lo
que puedan echar mano.
Gabriel se sonrojó como si creyera haber cometido
un error y, sin mirarla, se sacudió las galochas de los
pies y con su bufanda frotó fuerte sus zapatos de charol.

James Joyce fue un escritor irlandés, reconocido mundialmente como uno de los más importantes e influyentes del siglo XX. Su mejor obra es Ulises, pero igualmente reconocida es Los dublineses.
Eeste fragmento pertenece a uno de los quince cuentos de Los dublineses, en concreto Los muertos. El cuento trata sobre una familia/amigos que celebran una fiesta de navidad, la familia principal lleva una escuela de música, en la que las tías Kate y Julia son las maestras junto con su sobrina Mary Jane. Unos de los protagonistas es Gabriel, sobrino de Kate y Julia. La historia esta ambientada en la época que Irlanda estaba dividida.
Este fragmento pertenece al comienzo de la historia, donde acaba de llegar Gabriel a casa de sus tías. Estaba en la entrada de la casa hablando con la criada Lily, la cual no aparece mucho en la historia. Lily se molesta con Gabriel al hacerle la pregunta de que si pronto iban a ir a su boda, a lo que ella molesta da una respuesta negativa sobre los hombres y así diciéndole que no tiene novio. Gabriel molesto se dedica a sacar brillo con su bufanda a sus zapatos.

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